viernes, 26 de noviembre de 2010

Los registros meteorológicos de la virgen



Hoy lo que nos gustaría comentar es cómo podemos conocer el tiempo de hace unos siglos atrás. En los siglos pasados no se tenían medidores de observación al igual que datos pluviométricos, datos de temperatura o de presión. Por ello hoy os explicaremos cómo se puede saber en la actualidad el tiempo que hacia entonces. Todos estos datos son importantes para saber cómo ha evolucionado el clima a lo largo de nuestra historia o simplemente para conocer situaciones meteorológicas pasadas.
Una forma para estimar las situaciones meteorológicas de la antigüedad es explorando en archivos de la época. Anteriormente por la falta instrumentación no se tienen datos exactos pero se pueden extrapolar a partir de documentos.
Las inclemencias meteorológicas están registradas gracias a que en el siglo XIV los reinos hispánicos y los consejeros municipales hicieron una ley para la generación y preservación de documentos. Es decir, que desde mediados de siglo XIV todas las ciudades tenían un escribano que escribía todo los acontecimientos de la época.
Por ejemplo, como fueron las cosechas o la producción vinícola anual de Andorra. Sí, hace unos siglos en Andorra había viñas y a día de hoy se están volviendo a plantar adelantándose al cambio climático.
 
Gracias a la gran presencia que tenían las instituciones eclesiásticas podemos conocer como de grave eran una sequia mediante las olvidadas rogatoria. Una rogativa es una oración a los dioses (aunque depende de la civilización) para conseguir un remedio. Por ejemplo, ciertas tribus solían bailar la conocida danza de la lluvia para asegurarse buenas cosechas o incluso otras llegaban a hacer sacrificios. En el caso de Barcelona, le rezábamos a la virgen Moreneta (virgen de Montserrat).
Es conocido que las entidades eclesiásticas tenían 5 niveles de gravedad de sequía, y de ahí podemos saber a qué se enfrentaban con la inestimable ayuda de escribano que lo apuntaba todo. 

Los ritos según la gravedad de sequía eran los siguientes:
-Leve: En un nivel preventivo rezaban todos juntos dentro de la iglesia.
-Medio: Exponían a la virgen en público y le rezaban.
-Grave: Hacían procesiones con la virgen a cuestas.
-Muy grave: Sumergían a la virgen en agua (pozos, estanques, etc.). Aunque en ocasiones la sequía era tal que ni podían.
-Crítico: Hacían peregrinaciones, un camino de rodillas, algún fiel se pegaba latigazos mientras caminaba durante horas,…

Todo este tipo de archivos constituyen una de las informaciones climáticas más densas y continuas de que dispone el patrimonio documental español. Otra información documental importantísima eran los diarios de abordo (cuadernos de bitácoras). En estos cuadernos que poseían los grandes barcos se apuntaba todo lo sucedido en el trayecto y sobretodo las grandes inclemencias meteorológicas que sufrían, a las cuales eran muy vulnerables, de ahí también nos podemos hacer una idea de situaciones meteorológicas concretas.

Como hemos visto el escribano se asemeja mucho a un becario de la actualidad, vamos que nos hace el trabajo sucio y útil.
 

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